¿Nunca te pasó...?

Estás en un lugar con tus amigos. Los ves reir, los ves tan unidos, tan llenos de vida, regalándose por completo al brillo que los empieza a bañar. Es ese el instante en el que jurás que te enfrentarías vos solo a un ejército entero con tal de verlos felices. Nacen las ganas de decirles: "Los quiero con cada fibra de mi ser" y abrazarlos... pero no. No da, porque sino se pierde ese pedacito de magia y nace uno totalmente diferente.
Por ahí te ponés a pensar en ellos y recordás alguna broma, alguna anécdota, cualquier cosa... y ese tigre de alegría te raja el pecho. ¿Nunca te pasó?
¿Nunca te pasó que el mundo se empieza a amoldar a esa canción que estás escuchando? Cuando todo parece coordinar con el ritmo, cuando un pajarito sale de su nido justo en ese arpegio de guitarra y una nube descubre el sol ahí, cuando los platillos abren un estribillo lleno de pasión.
¿Nunca te pasó que te arde la vida en el pecho? Que te sentás en el colectivo, la noche te cubre con su manto oscuro y todo propicia un buen sueño.
¿Nunca te pasó que te queman las palabras en la boca? Que lo mirás desde lejos y pensás en lo hermoso que sería acercarte un día y decirle todo lo que tenés pensado, todo eso que te sale cuando estás solo y generás pequeñas charlas imaginarias... así, como en un libro, como en una película.
Y te ves corriendo en un campo regado de verde, un par de rayitos de sol tímidos que se cuelan entre las hojas de algún árbol, y vos ignorás todo lo demás... ya nada importa, porque sos libre y estás feliz.
¿Nunca te pasó que te desgarra por dentro lo prohibido? Cuando sabés que no debés, pero la tentación es más fuerte y por un segundo pensás que lo más adecuado es dejar todo y correr... dejar todo y decirle lo que sentís... dejar todo y... simplemente hacerlo.
¿Nunca te pasó que la confusión tomó una nota de pasión y las cosas se volvieron más interesantes en el nudo de tu historia? ¿Nunca te pasó que te emocionaste al saber que vos la escribís, que nadie más puede intervenir en ella si vos no lo dejás? ¿Nunca sentiste ese control total de lo bueno, de lo increíblemente genial?
¿Nunca te pasó que tuviste ganas de romper todo? Que el llanto te cierra la puerta con llave y querés salir... que las lágrimas limpian lo que solía estar arruinado, pero aún así sentís que todo fue en vano.
¿Nunca te pasó que tenés terror de...? No, simplemente terror. Terror de perder a alguien que querés, terror de que las cosas no salgan como las esperabas, de que algo desafortunadamente inesperado te quite... te quite algo, te quite a alguien...
¿Nunca te pasó que un error del pasado hoy te resulta una nimiedad? Bueno, así será con todos y cada uno de tus problemas. Hoy son el mundo, mañana solo una pequeña porción de memoria.
¿Nunca te pasó que te mirás al espejo... y recordás? Cómo eras de chico, cómo fue tu juventud, quiénes estaban a tu lado en esos años que hoy parecen tan lejanos... en un claro de alguna parte de tu mente.
¿Nunca te pasó que filosofás con vos mismo y te das cuenta de que no te alcanzarían las palabras para explicarle a los demás lo que pensaste? Aún así sigue siendo tan verídico como personal. Los orígenes, el desarrollo, ¿por qué? ... y vos lo entendés perfecto, pero cuando lo plasmás en una oración, resulta que... no. No te entendimos. Pero eso es porque nosotros no te escuchamos bien.
¿Entendés que todos los seres humanos tienen un plan y que cualquiera de estos planes puede cambiar el tuyo sin que te des cuenta? Aún así, ese seguiría siendo tu plan original... verte afectado por los demás.
Es lo que más me gusta de estar viva. Verme afectada por los millones que están allá afuera. Cambiame el plan, hacelo más interesante, más lindo, más feo, más... como vos quieras. No importa si nos ayuda a crecer o no, solo por el hecho de vivirlo... cambiá mis planes. Nada está asegurado, excepto nosotros mismos.
¿Nunca te pasó...?

No respondas, han sido preguntas retóricas. Te pasa, me pasa, nos pasa. Significa nada más y nada menos que nuestra más pura esencia humana.
Si mis palabras pudieran abrazarte, desearía que tus ojos le den la noticia al alma.

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