Maestros


Hay algunos que estudian para obtener su título, sin saber que ya lo eran desde hace mucho tiempo.
Ya lo he dicho algunas veces en éste, mi pequeño sitio de expresión en la web:

"Mis maestros están en todas partes. Son de todas las edades, de ambos sexos, de cualquier clase social y pueden estar en cualquier lugar a cualquier hora. Basta con escucharlos para reconocerlos..."

Tengo una tía que es maestra jardinera. Le apasionan las Letras y es muy buena con los niños. 
Por lo general tiene ideas muy locas y divertidas, como si su niña interior la llamara a jugar a cada rato. Es genial conocer personas así.
Mi mamá, mi papá y mis cuatro hermanos son maestros por defecto. Fueron los primeros que tuve en la vida y siguen siéndolo, así que, ¡imagínense los años de antigüedad que tienen! 

Después de ellos, los más geniales son mis amigos. Personas que me han enseñado a sobreponerme a las dificultades, a ser buena oyente, a contagiar sentimientos y sonreír por todo, entre otro millar de cosas.
Les debo un Feliz Día a cada uno de ellos.

Yo creo que si uno cede tiempo y voluntad, puede aprender algo nuevo cada día. Aunque sea una tontería, aunque venga del Ser menos esperado...
Los maestros son los que le dan ese gustito de aventura a la vida, los que nos empujan a querer preguntar y repreguntar todo el tiempo, aclarando pequeñas y grandes dudas.

Yo algún día seré una maestra, de esas que enseñan adentro de un aula y divierten a un montón de chicos con ocurrencias locas, como mi tía. 
Lo decidí en el momento en el que me di cuenta de que está bueno contagiar pasiones y mi pasión es una de las más contagiosas. Leer, escribir, crear un Universo nuevo y ser parte del de otro escritor... imaginar, aventurarse en tierras lejanas, desconocidas... hacer amigos de todo tipo, ¿quién sabe? 
En las Letras, nosotros podemos ser lo que queremos y hacer lo que se nos de la gana, porque somos los creadores de todo. Es realmente maravilloso.

Si tengo definido quién quiero ser y qué quiero hacer con mi vida, es gracias a los incontables maestros que me ha tocado conocer.
Se lo deseo a todos, de corazón.
Espero que sigan aprendiendo... que sigamos aprendiendo, mejor dicho... y que algún día todos atendamos el llamado de nuestra vocación para contagiar un poquito más de Vida al mundo.


Gracias por leerme hoy y...
¡Feliz día!

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