El futuro

¿Por qué hablar de algo que no se cómo es?
Joya... no arranquemos por ahí. Vamos a tirar la soga para el otro lado, así trepan los argumentos más optimistas.

Cuando me propusieron esto de la "vida", yo los miré con cara de asco. ¿Para qué? La vida solo se trataba de doce años estudiando en la escuela, otros siete u ocho en la facultad (seis, si sos asiático)... y el resto laburando. ¡Qué embole!
Después me avivé.
En realidad no son ni doce en la escuela, ni siete en la facu... ni el resto laburando. El futuro puede depararte quince en la escuela y nada en las demás, por dar un burdo ejemplo.
Lo que no conocemos siempre es más interesante que lo que conocemos. Cuestión de Humanos.

Lo interesante es recordar esto, para que la vida sea esa montaña rusa súper emocionante:

"El único límite sos vos mismo"

Y entonces, te das cuenta de que mañana podés visitar la luna o jugar con leones en África... y que podés tener tu laburo soñado o vivir peleando por una causa justa... y de las millones de combinaciones y alternativas que hay, quedate con todas y no te quedes con ninguna... porque siempre, pero SIEMPRE va a aparecer algo más emocionante.
Entonces, probá todo. Cansate de todo, jugá con todo, descubrí todo y más.

Y bueno... así es como me imagino mil alternativas a mi futuro. En una laburo en una editorial prestigiosa, estoy casada y tengo un hijo. En la otra, soy columnista, vivo en Rosario y tengo un perro que se llama "Charlie". Y hay tantas, que si me pongo a contarlas, me pierdo un poquito de ese futuro que se suicida todo el tiempo para que nazca el presente y después crece siendo pasado.

Fue en ese momento, en el que empecé a usar la vida, cuando me avivé de que era el mejor juego de todos.

Nada... viví, que mañana va a estar bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario