Pequeños detalles que hacen cuenta de que estás creciendo

A tomar con absoluto humor.
Si queremos arrancar a una edad temprana, la ideal sería entre los trece y los quince años. Se supone que antes de eso, ni siquiera se debe mencionar la palabra "crecer" más que para hablar de arbolitos.
Así que paso ficha de esos pequeños -y algo horripilantes- detalles, que hacen que uno se avive de que el bichito del crecimiento está rondando por los pagos y no dudará en picar.
La invariable del sufrimiento etario nos concierne a todos por el avance que marca Doña Sociedad para diferenciar entre el "incluido" y el "excluido".
Ponele que lo agarramos por edades y contamos:

13-15 años: Ya no mirás tantos dibujitos, ahora te divierten más las sitcoms de Fox y Warner. Probaste el alcohol, te gusta un chico, una chica, ya saliste. El más kamikaze, regala los juguetes al primito o al hermanito menor.

16-18 años: Sabés, entendés, sos totalmente consciente de que te quedan monedas para terminar la escuela y eso te tiene paranoico. Te ponés a pensar en el futuro, en qué vas a hacer con tu vida después de Bariló, Bariló... capaz que hasta te empieza a interesar la política.

19-21 años: Tres detonantes compuestos por:
a) Tus amigos más chicos ya están terminando el secundario.
b) Ya fuiste tío.
c) Tus primitos, esos con los que jugabas a la pelota, ya están noviando por segunda vez.

22-25 años:
a) Al menos uno de tus amigos espera un bebé.
b) Descolgaste el poster de los Ramones, el de los Rolling ya está deteriorado y el de Jessica Cirio se parece más a la reina Isabel que a una modelito veinteañera.
c) Los boliches ya no son tan divertidos como antes.

26-30 años: 
a) Se casó hasta el más fiestero del grupo.
b) Los/as monos/as con los que compartís desde la secundaria/primer año de la facu, ya se recibieron.
c) Posiblemente ahora te re motive mirar el torneo mundial de ajedrez, ya te olvidaste los nombres de los 151 pokemons y estás en vista de un depto propio. Ahí te diste cuenta de que sos un garrón, agarraste a los pibes y te fuiste un sábado a Danhes, a bailar entre quinceañeros hormonalmente revolucionados.
Pará... ¿Danhes sigue funcionando?

31-40 años:
a) Segundo principio de la Termodinámica. No quería decir "desmotivación" ni "fiaca inconmensurable", ni siquiera el clásico "No hay ganas, mejor otro día..."
b) La cantidad de casorios (quizá de amigos más chicos y esos primitos que noviaban por segunda vez a tus veinte años) es inversamente proporcional a las veces que pudiste utilizar la palabra "Hipopotomostrosesquipedalofobia" (Me encanta, porque ni Google Chrome me la acepta) en tu vida.
c) Ya ni da tener el pelo largo e ir a ver el Gig de Megadeth en el Malvinas se siente como entrar en una guardería infantil de malcriados.
d) Los pibes de diecisiete hablando de la "old school" te dan más ternura que inspiración.

41-50 años:
a) La gravedad. Sí, la misma gravedad que te tironea el pelo mientras dormís, que te cria una chopera interesante de a poquito y que hace que las féminas apuntemos con todo el cuerpo hacia el piso. Dale... la piel de ahora no es la de los veinte... y por más que uno no quiera, el elástico se estira. Soy la Mona Giménez de las analogías berretas.  
b) Ya estás en planes de ser abuelo, pero más entrado en los cincuenta.
c) Los findes son más familieros que de amigos. No malentiendan, eso es hermoso.
d) Te pegan mejor los libros. Ahora entendés más que nunca todo lo que está escrito. Con la música pasa lo mismo. Y con los amigos, ni te cuento...
e) Los programas de preguntas y respuestas se te hacen un examen de quinto grado. Te comés "Salven el millón" con cuchara.

Y bueno, en adelante se sobreentiende que vienen los mejores años de la vida, disfrutando de todo lo que sembraste hasta ese día en el que decís: "¡La pucha, que vale la pena estar vivo!"
Todo esto nació porque uno de mis amigos más queridos (también el más joven del grupo) se fue a Bariloche y me picó el bichito de "estoy en el umbral de los veinte".
Puede ser que le haya errado, pero eso te abre la puerta a vos para que des tus propios detalles que hacen a la cuenta del paso de los años. Es más, sería muy divertido que lo hicieras.
Y bueno, cuando pienses "todo tiempo pasado fue mejor", acordate que siempre podemos ser como el vino.

Gracias por leerme hoy.
Ojalá los años te lleguen con muchas alegrías y que la vida te siente cada vez mejor.

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